¿Sabías que el 26% de las emisiones de gases de efecto invernadero se producen en el sistema de producción alimentaria?

La importancia de consumir alimentos de kilómetro cero se reafirma tras conocer las cifras que el Inventario Nacional de Emisiones ha hecho públicas, y es que el actual sistema alimentario es responsable del 26% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Y aunque muchos piensan que el transporte es el principal culpable, en realidad solo genera el 6% de esas emisiones. La mayor parte del impacto proviene del proceso de producción, y más concretamente la cadena de distribución, que en sus procesos de procesado, empaquetado y transporte, contabiliza el 18% de estas emisiones.

Para mitigar este daño medioambiental, no basta con acortar las distancias de transporte. Es fundamental transformar cómo producimos nuestros alimentos. Apostar por alimentos de kilómetro cero (Km0) sigue siendo clave, ya que no solo minimiza el transporte, sino que también fomenta prácticas más sostenibles y locales, con menor uso de químicos y también una menor contaminación del agua.

En Cantabria el número de productores con el sello de producción ecológica asciende a 236 (según datos de ODECA), y no para de aumentar. No solo protegiendo el medio ambiente, sino que también ofreciendo productos de mayor calidad y con una menor huella de carbono. Posicionando la región como un ejemplo de cómo la producción local y responsable puede ser una herramienta clave en la lucha contra el cambio climático.

Apostar por lo local es un paso esencial hacia un futuro más sostenible, esta forma de pensar ha calado en Santander, una ciudad referente gastronómico, cuyo compromiso con el producto de proximidad es absoluto. La iniciativa Santander Km0, pone en valor el papel de la localidad santanderina en el cuidado del medioambiente y el de sus ciudadanos como protagonistas en la lucha contra el cambio climático.