“Tenemos que apostar por una pesca sostenible y de calidad para revitalizar el sector pesquero en Cantabria”

04/11/2024

Sergio Valle Brígido, presidente de la Cofradía de Pescadores de Colindres y vicepresidente de la Cofradía de Pescadores de Cantabria, subraya la necesidad de revitalizar el sector pesquero local y fomentar el consumo responsable de productos de la pesca en Cantabria. Sus declaraciones se han centrado en el compromiso con la economía azul, la importancia de reducir la huella de carbono, y la necesidad de que los consumidores valoren el producto local, apoyando así una cadena alimentaria más sostenible.

Economía azul: pilar de la pesca local

Valle destaca la economía azul como un modelo económico fundamental para las comunidades pesqueras de Cantabria. “El kilómetro 0 de Cantabria es una etiqueta de compromiso con el entorno y la comunidad, no solo porque el pescado local nos ofrece calidad de vida, sino porque fortalece la economía de todo lo que tenemos cerca”, comentó. Según Valle, el impacto positivo de la pesca local se extiende a la generación de empleo y a la vitalidad de los mercados y comercios de la región, como el emblemático Mercado de la Esperanza en Santander, que recibe el producto casi en tiempo real tras el desembarque en los puertos cántabros.

Explicó cómo, en una sociedad que tiende a centrarse en el corto plazo, es fundamental transmitir a las nuevas generaciones la importancia de cuidar y respetar los recursos naturales. En ese sentido, el sector está colaborando activamente con colegios y asociaciones locales para acercar la realidad de la pesca a los jóvenes, que rara vez consideran esta profesión como una opción de futuro.

Reducir la huella de carbono: un desafío a futuro

Otro de los temas destacados fue la huella de carbono de los productos pesqueros. Para Valle, apostar por el pescado local permite reducir significativamente las emisiones generadas por el transporte. “Cuando comemos pescado local, estamos ayudando a reducir nuestra huella de carbono; no tenemos que importarlo de zonas lejanas ni recorrer miles de kilómetros con barcos altamente contaminantes,” enfatizó. Este modelo, que apuesta por el consumo de temporada, ayuda a que los productos lleguen al consumidor en su mejor momento, maximizando su sabor y frescura. Sin embargo, criticó la sobreexplotación que, en ocasiones, va en contra de los ciclos naturales: “Hoy se va a buscar bonito hasta las Azores, cuando antes se esperaba el momento justo, el momento de mayor calidad”.

Conocer el producto: ¿Quién está detrás?

Valle  también destacó la importancia de educar a los consumidores sobre el origen de los alimentos. “Conocer de dónde viene el pescado y quién está detrás permite valorar más el esfuerzo y la calidad de los productos locales,” añadió. Según él, detrás de cada pescado que llega a la mesa de un hogar cántabro hay una cadena de esfuerzo de

Un sector en crisis y sin relevo generacional

Finalmente, Valle destacó la preocupación por la falta de relevo generacional en el sector pesquero. Las dificultades de formación y el bajo atractivo de la pesca como profesión están llevando a que los barcos en Cantabria se amarren por falta de tripulaciones. Sin embargo, asegura que, con el apoyo adecuado, las nuevas generaciones podrían encontrar en la pesca una oportunidad de empleo sostenible y estable.

El mensaje de Valle es claro: la pesca en Cantabria no solo debe ser sostenible, sino también valorada, para que las generaciones futuras puedan disfrutar de la riqueza de los mares del Cantábrico y mantener viva una tradición que es parte de la identidad de la región.